No todos los adultos con deformidad vertebral requieren tratamiento. En realidad, la gran mayoría de estos con deformidad no presentan síntomas discapacitantes y pueden ser manejados con medidas simples como la observación periódica, analgésicos y ejercicios. Los ejercicios tienen como objetivo el fortalecimiento de la musculatura abdominal y lumbar y mejorar su flexibilidad. Algunos pacientes pueden beneficiarse a corto plazo del uso de las ortésis para disminuir el dolor. La ortésis no tiene ningún efecto a largo plazo sobre el grado de deformidad del paciente. En general son no recomendados ya que puede producir debilidad muscular. Debido a dolor persistente en MMII y otros síntomas ya sea por artrosis o por compromiso radicular, inyecciones como la epidural, bloqueo radiculares y facetarios pueden proveer un alivio temporal. El objetivo de las inyecciones es por un lado diagnóstico y a su vez terapéutico. Los pacienten debería llegar un registro de su dolor y respuesta a diferentes inyecciones para ayudar definir la causa del dolor. Los médicos especializados en terapia del dolor usualmente utilizan estas inyecciones y pueden inclusive prescribir analgésicos más fuertes. Desafortunadamente, los analgésicos fuertes pueden generar el hábito y deben ser usados con precaución. De requerir narcóticos para controlar el dolor, es una buena idea la de visitar a un cirujano de escoliosis para saber un poco más sobre factores de dolor.